La Máquina Expendedora de Salysol: Un Icono que Perdura en el Tiempo

La Máquina Expendedora de Salysol: Un Icono que Perdura en el Tiempo

En un mundo en el que la tecnología y los pagos electrónicos dominan, nuestras icónicas máquinas expendedoras de latas de frutos secos siguen siendo un símbolo de sencillez y tradición. Durante el último Salón Gourmets, Javier Trancoso, nuestro responsable comercial, confirmó que aún existen 250,000 de estas máquinas repartidas por todo el mundo. Esta cifra es un testimonio de su durabilidad y éxito a lo largo de los años.

Una Historia de Innovación y Sencillez

La historia de Salysol comienza en 1983 cuando Manuel Gallego, socio fundador de nuestra compañía, diseñó una de las primeras máquinas expendedoras españolas. Con sede en Sevilla y presencia en más de 75 países, estas máquinas se han convertido en un elemento esencial en bares, estaciones de servicios, kioskos y chiringuitos. Su diseño completamente mecánico, sin componentes electrónicos, ha sido clave para su éxito. Permiten a los hosteleros ofrecer aperitivos de alta calidad sin necesidad de mantenimiento constante, con productos que mantienen su frescura durante años.

Innovación en el Envasado

Aunque nuestras máquinas son icónicas, la verdadera innovación de Salysol reside en el envasado de nuestros frutos secos y snacks. Este enfoque nos permite exportar nuestros productos a cualquier lugar del mapa, garantizando siempre la mejor calidad.
Nuestras latas al vacío no solo aseguran la frescura del producto, sino que también facilitan su almacenamiento y transporte. Esta tecnología de envasado ha sido fundamental para nuestra expansión internacional, permitiéndonos mantener altos estándares de calidad en todos los mercados donde estamos presentes. Las latas de Salysol también se venden con éxito en los minibares de los hoteles de medio mundo, ofreciendo un toque de calidad y sabor a los viajeros.

Adaptación y Futuro

A pesar de los desafíos económicos y la inflación, nuestras máquinas expendedoras siguen siendo un elemento común en muchas regiones de España, especialmente en el País Vasco, Cantabria, Galicia, Cataluña y partes de Andalucía. La pandemia afectó gravemente a la hostelería y, por ende, a nuestras máquinas. La necesidad de actualizar los precios para reflejar los costos actuales ha llevado a un aumento a 1,50 euros por lata.

Presencia Internacional y Diversificación

Actualmente, el 80% de nuestra facturación proviene del extranjero, con una fuerte presencia en países como Estados Unidos, Francia y Alemania, donde el efectivo sigue siendo el método de pago predominante. Hemos diversificado nuestro surtido, adaptándonos a las demandas de diferentes mercados, y producimos el 70% de nuestros productos en nuestras propias instalaciones. Aunque no controlamos los productos no alimentarios que algunos distribuidores añaden a nuestras máquinas. Mantenemos un firme compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria.

Un Enorme Surtido de Productos

Aunque la máquina es prácticamente la misma desde hace 40 años, en Salysol hemos desarrollado muchos nuevos productos para adaptarnos a las nuevas demandas del mercado. “Tenemos en nuestra propia planta el 70% de nuestro surtido”, explica Trancoso. “No todo. Las aceitunas y las golosinas nos las hacen porque nuestras líneas de envasado no están preparadas para ese tipo de productos, pero el fruto seco el 100% lo hacemos en nuestras propias instalaciones”.
Al principio, en la máquina encontrábamos cacahuetes, almendras y poco más, pero nos hemos adaptado a lo que nos demandaban los consumidores. “Si no tenemos algún producto y algún cliente nos lo demanda, lo introducimos en el surtido”, destaca Trancoso. “En Alemania, por ejemplo, utilizan otros aderezos”.

Compromiso con la Calidad

De lo que no somos responsables, señala Trancoso, es de los productos no alimentarios o de otras marcas que se venden en las máquinas, algo muy típico en España, donde es posible ver al lado de los panchitos mecheros, papel de fumar o llaveros. “Un distribuidor que esté en La Coruña y tenga 100 máquinas, si compra recipientes de plástico y le quiere echar después Conguitos dentro, no lo puedo controlar desde Sevilla”, concluye Trancoso. “Pero sí es cierto que el producto no tiene la garantía que nosotros ofrecemos con nuestra marca y el registro sanitario. Hay posibles contagios alimentarios por meter mecheros o papel de fumar; la máquina no está hecha para eso”.
La máquina expendedora de Salysol es más que un simple dispensador de frutos secos; es un testimonio de nuestra innovación y resiliencia. A pesar de los desafíos, continuamos ofreciendo productos de alta calidad y nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con la tradición y la simplicidad.

Gracias por seguir confiando en nosotros. ¡Sigamos disfrutando juntos de los mejores frutos secos!

Para más información, visita nuestra página web oficial en Salysol.

Fuente: Diario ABC del Pueblo